miércoles, 11 de junio de 2008

¡Ya ha empezaaaadoooo! (y desatinos varios)

¡Ole, ole y ole! ¡Estoy encantada! ¡Me parto la caja!
Los transportistas se ponen de huelga. Como consecuencia, la población teme que los supermercados y las gasolineras queden desabastecidos. Por tanto, se lanzan en masa a avituallar el campamento. El otro día, juro que el Mercadona de Torrelodones (pueblo con rima) parecía el día de la declaración de la guerra nuclear. Y hoy no había en el Carreful ni patas ni huevos, ni . Las gasolineras, con colas inmensas y agotando el combustible... ¡Arrepentíos, humanos! ¡El fin está cerca! ¡VAMOS A MORIIIIIIR! :-D :-D De verdad que la peña es la berza. No puedo, en serio.

Total, que como en estos días la demanda de gasolina ha subido mogollón, pues ahora nos la pueden subir otro cacho, venga. A ver qué pasa. ¿Dejaremos de coger el coche? ¿No podremos ir al currelo? ¿Colapsará ya la civilización occidental de una puñetera vez? ¿En uno de los bloqueos de la carretera por parte de los simpáticos piquetes de camioneros habrá un motín y aprovechando la coyuntura la masa se rebelará y asaltará el Congreso, los Ministerios, la Moncloa y hasta el Palacio Arzobispal? ¿O Su Eminencia el Arzobispo arengará a las masas desde el balcón (o desde la COPE)? ¿Habrá un enorme baño de sangre y el Ejército tomará el poder? ¿Aprovecharán los fundamentalistas islámicos la confusión para volver a invadir Al-Andalus? ¡POR DIOS, QUE ALGUIEN ME PARE, que estoy disfrutando tanto escribiendo desatinos que no se si voy a ser capaaaaaaazzzzzz! :-D :-D :-D

jueves, 5 de junio de 2008

El doble rasero

Jopé, pues sí que me están saliendo seguidas las entradas del blog. Claro, como estoy sin entrenar... Esta es breve. Es que mientras estaba merendando, me leía la revista de Intermon Oxfam (les paso pelas a dos o tres ONGs para acallar mi joía conciencia, ja ja ja, me parto - para no oirla a pesar de todo-). Y en el editorial, hablan de empresas responsables y tal, y recuerdan el famoso desastre de Aznalcóllar, cuando se rompió el dique que contenía la balsa de residuos requete tóxicos, y el Gobierno, la Junta de Andalucía y Españññia entera le gritó a la empresa sueca Bolidén (que se nota que eran suecos, porque se hacían mucho los ídem *) que eran unos guarros y que ya les valía.

Pero dan un paso más allá en su editorial y reflexionan: ¿y cuando es alguna que otra empresa energética o así, españolita ella, la que hace alguna macrocochinada por el Tercer Mundo? ¿ein? ¿Qué pasa, que nos pilla lejetes?

*Aquí se puede abuchear el chiste malo de la bloguera a grandes voces

domingo, 1 de junio de 2008

Neomalthusianismo

No es que esté hoy muy milenarista, pero ver que tengo un cierto público siempre motiva. Tenía pensado hacer una revisión de la reciente publicidad de automóviles (¡sepulcros blanqueados!), pero como quiero darle un enfoque científico, lo dejo para otro día y paso solamente a comentar que en mi opinión, bastantes de los problemas de la humanidad se solucionarían con bastante menos población.

¡Cielos! Supongo que si una enorme legión de hipócritas que hay por ahí leyeran esto me anatemizarían. La verdad es que desconozco como va el tema en las religiones en las que no me he criado. Creo que los judíos y los protestantes admiten los métodos anticonceptivos, y que tampoco hay problemas en las culturas orientales; y me parece en cambio que el Islam no lo admite, pero sólo me parece, si algún lector ilustrado quiere derramar sobre mi obtusa cabeza los tesoros de su sabiduría, se lo agradeceré. Pero sí puedo hablar, y además en profundidad, de la religión en la que me he criado, porque además de ser de una familia muy religiosa, he tenido la inmensa dicha de ir a un colegio del Opus Dei (hummm, creo que un día contaré alguna de las sabrosas experiencias, nos vamos a reír) y he comprobado que conozco el paño mejor que la tibia media de la población española.

A pesar de todo lo cual, sigo sin entender porqué tenemos que tener todos los hijos que el Señor quiera enviarnos... o por qué el Señor no nos iba a dejar que tomáramos la decisión. Veamos, los católicos argumentan que cuando Dios creó el mundo (últimamente he visto una frase que dice "Dios creó el mundo en siete días.. y se nota" :-D ) dijo "Creced, multiplicaos y poblad la tierra". Vale, pues manos a la obra, pero, ¿hasta cuando? ¿Indefinidamente? ¡Pero joer, si la Tierra ya está poblada! ¡De hecho está superpoblada! No es que ya no haga falta tanta gente, si por variabilidad genética es, ya hay peña para asegurar una más que adecuada supervivencia, no como el lince.

Y es aquí cuando, por fin, querida Tere, entra el tema del Neomalthusianismo. Como sabéis, Malthus era un pollo creo que de principios del s. XVIII, que llegó a la conclusión de que mientras los recursos para la población crecían en razón aritmética, la población en su mismidad crecía en población geométrica (estoy hablando de memoria, geografía de 2º de BUP; lo siento, pero si tengo que retequedocumentarme exahustivamente de todo lo que escribo, se iría al carajo el blog y eso se que os acongojaría en extremo :-D ). Con lo cual, la cosa derivaba hacia una hambruna que te cagas. En el cole del Opus se regocijaban al comentar que no sólo no había pasado eso, sino que a pesar del descenso de la mortalidad infantil, a lo largo del siglo XX los recursos alimenticios se habían multiplicado por nosecuantos. Pos fale. Muy bien. Vamos a suponer que aunque nos reproduzcamos como conejos, papeo va a haber pa rato (hummm).

Pero es que resulta que toda esa peña va demandando no sólo alimentos sino además agua, bien escaso y que tiene un precio ambiental enorme; y energía, que está causando mayormente el cambio climático. A ver, si podemos elegir, ¿no es mejor que seamos menos y vivamos mejor que no que follemos como monos y como ellos, sin gomita, y estemos a dos velas? ¿No vemos que tanta gente crea una enorme presión sobre el ecosistema? Cooñoooo...

Quien quiera, que se reproduzca. Tampoco hay que ponerse en plan maoísta. Pero quien quiera, y el que quiera hacer la picardía sin que luego haya churumbeles, mejor. La mortalidad infantil ha descendido, en todo el planeta, ya sé que en unos sitios mucho menos, pero ha descendido; ya no hace falta tener dieciséis angelitos y que las mujeres mueran de sobreparto o de fatiga. Démosle a nuestra descendencia un sitio mejor para vivir, y no un sitio donde tengan que sufrir hambrunas, guerras por los recursos o siquiera esta maldita incertidumbre con la que nos ha tocado vivir nuestros días...

... o extingámonos rápida e indoloramente :-(