miércoles, 12 de noviembre de 2008

Interludio laboral

Creo que esto tampoco tiene mucho que ver con si se acaba el mundo o no, pero he de contarlo para ejemplo de futuras generaciones (si las hay).

Es el caso que en mi empresa, aunque la crisis aún no se ha hecho notar, están poniendo las barbas a remojar; y muy previsoramente están viendo donde sobra personal. Eso ya se lo digo yo sin necesidad de sesudos estudios, sólo dándome un paseo por las "plantas nobles" de los edificios de Madrid. Nuca se vieron tantos jefes en relación a la cantidad de indios. Prolifera, por motivos políticos, una curiosa especie conocida como "paracaidistas", o sea, gente caída del cielo. Que además, curiosamente, siempre cae en nichos ecológicos privilegiados. Creo que no son cositas del azar.

Bueno, pues como mi jefe hay cosas para las que es bastante razonable, no quiere prescindir de nadie del personal. Es más, prevé que va a necesitar más. Así que, para defender su territorio... nos ha puesto a redactar un documento en el que contemos cuáles son las funciones que realizamos para ver si los de arriba se dan cuenta de que igual hasta hacemos falta. Y no como uno de esos paracaidistas, que, al loro, el otro día va y le pregunta a la jeró a uno de mis compañeros de los que más curro llevan y más agobiado está: "Oye, pero lo que haces tú, ¿no lo podría hacer uno de los administrativos de Recursos Humanos?" La madre que lo parió. Y lo pregunta un pavo cuya desaparición del invertido organigrama de la empresa solo aliviaría los gastos de áreas improductivas. Uno de esos que cuesta a la empresa entre sueldos y comilonas lo que cuatro mindundis, solo que mientras éstos tienen una tasa de rendimiento por lo general por encima de la media de productividad del país, el solo produce pérdidas. Uno que al mismo compañerete en cuestión, cuando le movieron a otra posición, no le echó de menos a él, sino que sólo preguntó: "¿Dónde está la calculadora que solía estar aquí?".

Una cosa es que en este mundo cabrón el trabajo que se realiza en los países desarrollados esté muy lejano a un contacto con la realidad esencial del ser humano (producir comida, atender a la salud y cosas así), y otra cosa es que haya un montón de señores cobrando... por pedir informes a gente ya de por sí sobrecargada de trabajo surrealista. Así que el chascarrillo que circula estos inciertos días por nuestro hábitat es: "¿A los paracaidistas estos no les habrán pedido que redacten un documento sobre el contenido de su puesto, no?"

4 comentarios:

Nacho Cembellín dijo...

Uf!!!... cómo está el patio. Las empresas queriendo salvar el culo echando gente a cascoporro y claro aquí empieza la pescadilla que se muerde la cola, otra más, la gente se queda sin trabajo y por lo tanto no gasta y para el año que viene preveen que cerca de 4 millones de los que están en edad de trabajar estarán en paro. Así la crisis no se soluciona, no. Eso si, echemos a 10 baratos antes que a uno gordo, que así revitalizamos el departamento de gente más barata pero con los de siempre que nosotros controlamos.

MAE dijo...

Y siendo la cosa tan sencilla y que todos lo vemos sin ninguna discusión ...¿por qué se sigue haciendo tan rematadamente mal? con la excusa de la crisis (que la hay) se podían escudar en otros métodos no en despedir a los currantes, si yo pusiera número a todos lo "dinosaurios" que sobran en mi empresas.... ¿dónde están los beneficios que siguen dando las empresas? y los que dieron?

Ayyyy!!! que torpe soy miraré en las cuentas bancarias de algunos.

ILUSIÓN sigamos con la ilusión que lo conseguiremos.

Besicos.

davidiego dijo...

lo que no se entiende es que para mantener, y aumentar beneficios, lo hagan a costa de echar personal.

y encima gente que hace perder dinero se vaya con unas primas que valen la indemnización de media empresa en el paro.

así nos va.

mal asunto.

Nutria dijo...

Y a todo esto, amabilísimos lectores, ¿qué van a hacer los tiparracos del G-20, refundar el capitalismo (Ja. Ja. Ja.) o salvar los muebles, SUS muebles?